Historias de un pasado (III)

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Un anciano apareció en la cima del risco. Su gris y larga barba se asemejaba a aquellas de los antiguos hechiceros de los cuales en alguna época había oído historias que le agradaban. Vestía una túnica color café, que provocaba un interesante efecto combinado con el color de su barba y cabello.

La Vista era hermosa. El sol acababa de salir y se veía su reflejo en el horizonte del mar. El sonido de los pájaros mientras volaban en bandadas, las olas golpeando las rocas. El viento arremolinándose en las cuencas del risco sobre el cual se encontraba parado... todo era relajante… actualmente era uno de los gustos que se podía dar… pero sabía que volvería el momento, en que tuviera que dejar su tranquilidad y volver a tomar las riendas del mundo… aun faltaban uno o dos siglos… pero el tiempo se acercaba. Por ahora, disfrutaba de los placeres que le permitía la tranquilidad. Suspiro y se dio la vuelta. Era hora de regresar.


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El viejo shui se encontraba arando su pequeña huerta de jardín. Más tarde tendría que ir al mercado para conseguir una hojas de té… ya solo le quedaba para él te del día, y entonces mañana no tendría que ofrecerle a su joven visitante diario; no podía permitirse esa falta de cortesía.

Kana, apareció en su campo visual. ¿Quién era esa chica?

- Buenos días, señor shui – Saludo cálidamente Kana, haciendo una alegre reverencia con una sonrisa en los labios que hicieron sonrojar al anciano.

- Buen día jovencita. ¿puedo ayudarte en algo? – noto que Kana se fijo en su cabeza calva y soltó una risita. ¿a caso le parecía gracioso como se reflejaba el sol en su calva?

- Mi nombre es Kana, soy la esposa de Li. Mi esposo está descansando el día de hoy, así que he decidido ayudarle. Aunque la verdad, me gustaría oír sus historias de primera mano.

Shui se sintió alagado. Que jovencita tan interesante. La hizo pasar a su casa y le invito una taza de té. Hablaron por un rato sobre clima, la época de cosecha, las mejores técnicas de té y luego de su relación con Li.

- No vivíamos en esta isla. Vivíamos en Seyshum. Mi padre es un comerciante de renombre y con mucho dinero y yo vivía como una princesa. Li se enamoro de mí, pero yo nunca le preste mucha atención. Así que un día se coló en mi casa y me secuestro; me subió en un bote y me trajo a acá. Me case por la fuerza con él, pero después de un tiempo aprendí a amarlo… he tenido una buena vida con él.

El anciano no podía creer lo que oía… ¿era posible tal cosa?

- Valla… no se qué –

- Ya ve señor shui, usted no es el único que inventa historias interesantes.

Después de unos segundos reflexionando, shui comprendió. Todo lo que Kana le había contado, era mentira. Lanzo una carcajada

- Muy creativa señorita. Pero debo aclararle que mis historias no son de ninguna forma, falsas.

La sonrisa amable y tierna que lucia Kana en su rostro se transformo en una sonrisa de victoria. Eso era lo que quería escuchar. Eso quería decir, que posiblemente, fuera cierto. Sin embargo, era demasiado pronto para dar algo por sentado.

Kana bebió un sorbo de té y le pidió al anciano, que por favor, empezara su relato.

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Era el día indicado. Las únicas indicaciones que se le habían dado a Mallow era la ubicación del acceso al área secreta de la planta y la forma de acceder. Desde allí, se dirigía todo lo relacionado con el proyecto.

Era un buen día y Mallow caminaba de prisa. La emoción que sentía por el hecho de al fin hacer parte de algo importante, era tal que no podía evitar expresar su alegría. Camino por el pasillo y giro a la izquierda en el ala tres. Luego se paro frente a la sexta puerta y abrió. Camino por el pasillo detrás de la puerta y llego a la puerta de acceso; ingreso la contraseña en el panel que se encontraba a su derecha y la puerta se abrió.

Mientras se abría la puerta, Mallow se imagino como seria adentro… una gran sala con increíbles instrumentos que nunca había visto, mucha gente trabajando a la par, una gran pizarra llena de ecuaciones. Pero cuando se termino de abrir la puerta, se dio cuenta de que no era nada más alejado de la verdad. Detrás de la puerta, solo había un pasillo, muy largo, con muchas puertas. ¡Valla decepción!; ni siquiera, había personas en el pasillo.

- Maldito montero, ¿por qué no me dio más especificaciones?

Camino de un lado a otro por el pasillo, sin saber que debía hacer. ¿Qué puerta debía tocar? ¿Debería tocar en cualquier puerta y preguntar? Estaba a punto de hacerlo cuando oyó que la puerta de acceso detrás de él, se abrió. ¡Al fin iba a poder pedir ayuda!, se giro para ver quién era y se llevo una sorpresa al ver por la puerta un rostro conocido.

- ¿Mallow?, ¿que haces acá?

- ¡Lo mismo te pregunto yo!, ¿Eres parte del proyecto?

- Si… es la única razón por la cual esa puerta me dejo entrar y por la cual el filtro de percepción del pasillo me dejo ver la puerta exterior. ¿eres el nuevo?

- He… si, lo soy, pero… no se qué debo hacer.

- Si, es lo mismo con todos los nuevos, nunca les dicen nada y deben llegar a preguntar. – dijo Lucio con un gesto de molestia en el rostro.

- Pero… ¿lucio, desde cuando estás en esto?

- Hace algo más de un mes. De hecho, el día del accidente, estaba afuera trabajando en el calentador. Por ello no te dejaron entrar en la curandería antes de que estuviera consciente, para evitar que alguien de afuera escuchara “desvaríos” sobre un gigantesco calentador atómico.

- ¿Que?, ¿un gigantesco calentador atómico?

Lucio miro a Mallow sorprendido

- ¿No te han dicho que hacemos acá? – Mallow bajo la cabeza apenado – vale, ven conmigo.

Lucio, camino hasta la 9 puerta de la izquierda y la abrió. No había nada en la amplia habitación, solo una gran ventana. Lucio se acerco a la ventana y le indico a Mallow que mirara. Afuera, se veía la ciudad.

- ¿Qué se supone que estoy viendo?

- Eso – señalo hacia la cúpula - eso es el proyecto

- ¿La cúpula?

- Más o menos. Esa simple y sencilla cúpula de acero reforzado, se convertirá en el primer calentador manejado por energía atómica. El calentador más grande y eficiente que haya podido existir en el mundo.

- ¿Un calentador?... ¿un simple calentador? – Mallow se sintió humillado, pero Lucio se rio.

- No es tan simple como lo parece amigo mío. El calentador funciona con energía atómica, por lo que para hacerlo funcionar de manera estable se ha necesitado de 2 años de los mejores ingenieros, físico y matemáticos. el calentador usa 1/4 de la energía atómica que normalmente usaría un calentador de este tamaño. Esta es una maquina imposible en épocas de abundancia. Y eso no es todo.

Mallow miro de nuevo hacia la cúpula. Esta vez admirado

- ¿Pero como... es posible?

- Eres ingeniero ¿no?, debes haber hablado del fracaso del colisionador de partículas – Mallow asintió – bien, la idea debió tomarse de algo así, solo que con algunas diferencias. El calentador funciona con una serie de 1300 canales de 10 cm de diámetro que van dentro de la cúpula, por los cuales se impulsa materia a gran velocidad. El movimiento a tal velocidad junto al roce con las paredes de los canales, produce calor. eso, es en general. Y la estructura está diseñada para que con unos cuantos ajustes, se pueda usar de forma similar, pero como un gigantesco congelador.

- Ya hace demasiado frio, ¿para que necesitaríamos un congelador? – dijo Mallow y Lucio se rio.

- No, claro que no, de nada nos serviría, pero no estamos trabajando solos. En la parte cálida también trabajan en ello. Para ellos, les servirán los ajustes para forma el calentador.

- Veo – Mallow quedo un rato en silencio, reflexionando – ¿no produciría una gran cantidad de desechos radioactivos? ¿que harán con eso?

- No lo sé, pero supongo que lo usaran como materia para los canales. Después de todo, los canales están diseñados para soportar cualquier tipo de materia.

- Mmmm… ¿si la velocidad aumenta cada vez más, no se producirá cada vez más calor? – Lucio miro a Mallow como cuando miras a un vicho muy feo.

- ¿Ni siquiera has notado eso? – suspiro, lenta y dramáticamente dijo – el exterior empeora. Todos los días disminuye medio grado la temperatura exterior. El aumento de la temperatura de la cúpula, será regulado por la disminución de la temperatura afuera. Todo eso, ya ha sido calculado y preparado.

- Pero… y ¿por que todo es tan secreto?

- Solo mira Mallow, ¿cuanto crees que vale el mantenimiento de esa máquina? Si alguien de la ciudad se enterara de esto, sabría que dentro de poco se aumentaran los impuestos. seguro se amotinarían y destruirían la maquina. Pero si se enteran una vez construida, ya no podrán hacer nada.

- No lo sé… no me convence.

- Es cierto, yo tampoco me lo creí. Lo cierto es que el gobernador teme a algo más. – Mallow miro a su amigo inquisitivamente – has oído hablar de los “Idealistas”

Mallow giro bajo la cabeza y su respiración se agito. Sí, claro que sabía de ellos, pero era mejor no admitirlo.

- ¿Los que?

- Los idealistas… son un mito, dicen que son un grupo de seres malvados y destructivos, cuyo único objetivo es la destrucción de la raza humana. Dicen incluso que este fenómeno del calentamiento y el enfriamiento, son culpa de ellos.

- ¿y por que teme a ellos el gobernador…? ¿no son acaso solo un mito?

- Si, son un mito… pero hay razones para creer que no son solo un eso. No te has preguntado Mallow, ¿por qué en vez de petróleo usamos energía atómica? La razón es que no queda más petróleo accesible en el planeta. Hace unos años, cuando el calentamiento no era tanto, aun quedaban torres y refinerías petroleras en la parte cálida. De nuestro lado, era imposible extraer petróleo, ya que el subsuelo se había congelado. Pero de su lado si era posible. El costo era extremadamente alto, pero se podía. Sin embargo, el petróleo empezó a calentarse demasiado, las torres y refinerías volaron y las pérdidas fueron gigantescas. Nadie se arriesgo a volver. Se supone que el calor produjo las explosiones, pero la verdad es que la temperatura no era la suficiente para ello. Se dice que las explosiones fueron provocadas por Los Idealistas. Por ello, la única fuente posible que tenemos es esta.

Mallow medito un momento. Así que eso era el proyecto… eso era su trabajo. Ahora si tenía claro que era lo que debía hacer. Sabia que lograr entrar en el proyecto solo era el principio, pero al menos, ya era parte de ello. Aun debía hacer mucho. Tendría que esforzarse más de ahora en adelante, pero no importaba… ese era su objetivo.

Caminaron fuera de la sala y vieron a alguien entrar. Era el jefe de mecánicos. Los miro inquisitivamente por un rato.

- ¿Señores, que hacen aquí tan temprano?

- Soy Lucio de mantenimiento, me ordenaron llegar temprano para alistar todo… y este es Mallow, el nuevo ingeniero.

- ¡Ha! – los ojos del viejo mecánico se suavizaron y saludo con cordialidad – tu eres el nuevo. Genial, déjame darte la bienvenida. Ven conmigo, te explicare todo. – miro de nuevo a Lucio con mirada despectiva - usted señor, puede regresar a sus labores de mantenimiento.

- Sí señor. Ya me iba.

Lucio camino hacia la puerta número 13, ingreso la llave y entro. Mientras, Mallow fue guiado por el anciano, para recibir la inducción.



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!tercera entrega, tercera entrega, tercera entrega, tercera entrega¡... je, es genial esto de publicar... bueno, sin mucho que decir el dia de hoy... esperad a la siguiente entrega...